Meg & Yann – Una vuelta al mundo con una maleta 100% francesa
Meg y Yann son una pareja de deportistas apasionados por el mar y los viajes. Apasionados por el Surf, Kite, Wake… Los deportes acuáticos marcarán su viaje.
Desde noviembre de 2019, es el viaje de su vida, un recorrido por el mundo de un año con las palabras clave: Respeto por la naturaleza, solidaridad y práctica deportiva.
Paralelamente, el objetivo era crear una maleta 100% hecha en Francia y/o eco-responsable.
Decidieron resaltar, a través de sus fotos, empresas y artesanos franceses, para destacar nuestro saber hacer, así como empresas comprometidas con el medio ambiente que quieren repensar el consumo de hoy en día.
Megyann_autourdumonde permite viajar, compartir y transmitir los valores que les son más queridos.
«Esta maleta, ante todo, es una aventura humana. Estamos fascinados por el saber hacer, pero también por el espíritu emprendedor que encontramos en cada uno de nuestros encuentros durante la creación de la maleta. 50 litros para un año cada uno: ¡una bonita selección!»
¿Qué les motivó a emprender este viaje?
Lo que es seguro es que ¡no nos obligaron! (risas). Yo (Meg) siempre soñé con este viaje. Como muchos, pasé mucho tiempo babeando con las cuentas de Instagram de viajeros. Yann lo tenía en mente porque sabía que tenía un año libre entre dos contratos. Digamos que se le presentaba con bastante facilidad. Por mi parte, no dudé mucho, hice posible mi sueño dejando mi trabajo para irme con Yann. No pensaba que sucedería tan rápido en mi vida, pero una oportunidad así no se presenta todos los días... y además, ¡realizar su sueño compartiéndolo con la persona que amas, qué más se puede pedir!
¿Cuál es su itinerario? ¿Dónde están ahora?
Nunca planificamos mucho nuestro itinerario, sabíamos que debíamos estar en Nueva Caledonia de mediados de diciembre a finales de enero por el trabajo de Yann. Para el resto, pusimos Google Flights y buscamos destinos de surf y kite, los precios, la cultura... Un día encontramos un billete barato para Australia, lo compramos y así tuvimos nuestras dos primeras destinos.
Sabíamos que había destinos a los que queríamos ir, como Tahiti y Guadalupe.
Al final, el itinerario fue algo más impulsivo y según las oportunidades.
Con algo de perspectiva, si hacemos un balance, estamos en Tahití, y con el coronavirus, vamos a tener que cancelar Hawái en mayo, perdiendo los únicos billetes que compramos con antelación.
Hasta el momento, hemos estado en: Australia, Nueva Caledonia, Vanuatu, Fiji, Tahití.
¿Tahití por cuánto tiempo? Aún no lo sabemos, ¡pero estamos bastante bien aquí!
¿En qué consisten sus días? ¿Están surfeando mucho?
No hay dos días iguales, excepto desde que estamos confinados...
¡Son días llenos de ride siempre que el spot y las condiciones lo permiten! Tratamos de quedarnos al menos varios días en cada spot (surf y kite), para acostumbrarnos y conocer gente...
¡Qué felicidad estar en el agua todos los días!
Cada destino tiene su deporte favorito:
Australia: surfeamos en la costa oeste con miedo a los tiburones, ¡pero en olas muy limpias y poderosas!
Nueva Caledonia: el comienzo de un amor incondicional entre Meg y el kite. ¡Kiteamos casi todos los días, viento, viento y más viento! Spots perfectos para mejorar y lanzarnos saltos. Mención especial al spot del Méridien en Nouméa, ultra plano, mi favorito (Yann) al atardecer, después del trabajo.
Vanuatu: surf ventoso y pequeño, una cultura local impresionante, gente acogedora y mucho chill (¡bastante lluvia con un ciclón cerca!)
Fiji: nuestro pequeño paraíso del surf, nuestras mejores sesiones. Un pedazo de paraíso. ¡Y ahora podemos decir que surfeamos Cloudbreak!
También descubrimos una verdadera pasión por la apnea, nos fuimos con unas aletas de snorkel pequeñas… ¡compramos aletas gigantes para disfrutar de la riqueza de los fondos marinos, jugar con las tortugas, rayas y tiburones...! Ahora la apnea marca parte de nuestros días, a pesar del miedo que a veces da, la felicidad de la inmersión es extraordinaria.
Antes de viajar, prestaron atención a lo que metían en su maleta. ¿Qué les gustó de Saint Jacques?
Saint Jacques, ¡por fin una marca francesa de neoprenos! Saint Jacques cumplía todos nuestros criterios para unirse a nuestra maleta: Marca francesa, un diseño francés original, una empresa de tamaño humano. Su sede está cerca de Montpellier, nuestra ciudad favorita en Francia (¡cocorico…!).
También nos guiamos por el instinto, y en las oficinas del equipo siempre nos reciben bien. Se siente (el neopreno), pero sobre todo buenas vibras en el equipo de apasionados de los deportes acuáticos y los viajes.
Hoy en día no podemos prescindir de nuestros trajes de neopreno, tops, ¡son parte de nuestros deportes y estamos felices de mantener nuestro toque francés en el agua!
¡De hecho, encontramos un australiano con un Saint Jacques en el agua! ¡Qué clase!
Con todas las disciplinas que practican, ¿qué tipos de neoprenos (grosor, modelos) llevaron para su viaje?
Es muy, muy difícil elegir. Hay que saber que el sur de Australia es bastante frío (incluso en verano) comparado con los otros destinos que hemos visitado.
Me decidí por un traje completo para mí (Meg) LISA 3/2, en modo Superwoman, totalmente adaptada para el frío y el neopreno de Saint Jacques es muy flexible, perfecto para remar. ¡Ha sido muy útil y causó sensación entre las chicas en Australia! Segunda selección, mi shorty JADE 3/2, mi favorita de la colección. ¡Es tan elegante y cómoda! ¡Perfecta para las sesiones de apnea!
Me separé del 3/2 desde Nueva Caledonia, ¡el agua no baja de 25 grados jajaja! Regresó a Francia pero será muy útil a nuestro regreso.
De mi parte, Yann llevó un shorty (manga larga) para Australia y las sesiones de apnea. También tiene su top de neopreno NOE marinière, para las sesiones matutinas o los atardeceres ventosos (¡o si quiere llamar la atención en el agua jajaja)! Es menos friolento que yo, y sobre todo no tiene espacio para llevar más.
Sin embargo, no se separa de su camiseta de lycra Saint Jacques, para surfear, kitesurfear, nadar y correr (¡y hasta dormir, sí, sí!)
¡Estamos bastante bien equipados! ¡Gracias Saint Jacques!
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